Pensamiento Divergente y Autismo

Pensamiento Divergente y Autismo – Lo que se define como «capacidad de generar soluciones a problemas de forma creativa» en el Autismo es tratado desde otras perspectivas.

Es difícil hacer llegar a otros por que cuando afrontamos algo lo hacemos desde una perspectiva de que nos están intentando hacer daño, de que lo que hacemos está mal, o de que todo está en nuestra contra. Es difícil explicar a quien no tiene autismo la ansiedad que nos produce no saber salir de un bucle de pensamientos negativos.

Hace un par de semanas, en la terapia de mi pequeño, con solo 11 años, ya le explicaban esto. Que su Asperger les hace a veces tener pensamientos negativos y salidas negativas, atascándose en esas conductas para tareas sencillas para el resto. Y por eso las terapias tan tempranas son tan necesarias. Él está recibiendo apoyos y herramientas para que en el futuro sepa reconocer cuando entra en este estado de negatividad.

Ahora, cuando mi pequeño entre en ese bucle, solo tengo que recordárselo, ayudarlo con palabras positivas, dándole alternativas o sacándolo de su error. Y por suerte, en esta época hay muchísimos blogs con ayuda, imágenes y pictogramas para ayudarles. Como ejemplo: EL Sonido de la Hierba al Crecer (Ejemplo 1 y Ejemplo 2)

¿Porqué entonces es tan difícil cuando me pasa a mí misma? Por aprendizaje, por acumulación de experiencias, por no haber tenido esas ayudas en la niñez, por no pedir ayuda a tiempo donde debo hacerlo (en este caso mi marido que es quien mejor sabe hacerlo) y por tantos factores que al final soy lo que soy: un ejemplo de persona que se atasca en pensamientos negativos hasta que recibe ayuda.

Podemos leer en «Autismo Diario«:

En estas últimas semanas, por varios problemas de salud, de trabajo y relaciones he caído en esta espiral o bucle de pensamientos negativos. Mi marido también tiene sus problemas en el trabajo, exceso de horas, y no ha podido estar conmigo lo suficiente.

Cuando por fin lo he hablado con él, ha sido como cerrar los ojos y la tormenta hubiera pasado. Igual que cuando saco a mi hijo, con amor, con paciencia y sobre todo, con palabras positivas, ánimos y haciéndome ver lo bueno, lo que de verdad importa.

Ahora que lo veo todo desde la otra perspectiva, y esperando que me dure un tiempo, solo me queda lamentar lo de siempre: esa palabra que no debí decir, esa frase que solté y no puedo borrar, el perder amistades, compañeros, y oportunidades.

Por eso, en la asociación, los chicos se arropan entre ellos, se comprenden y ayudan, salen juntos, hacen amistades entre ellos. Porque las de fuera, tarde o temprano las acabamos perdiendo.

No será la última vez que me pase, ni la última vez que tenga que lamentar las consecuencias. Pero gracias al marido que tengo, que es el mayor regalo que tengo para mi forma de ser, salgo renovada y las pilas puestas.

Dentro de poco es su cumpleaños, y solo pienso en cómo organizarle un día para agradecerle todo lo que hace por mí desde hace ya casi 14 años.